martes, 30 de abril de 2013

El uso de los transgénicos: dos caras de una misma moneda

"Lo mejor de una manzana no es que sea bonita y grande", asegura Alberto Lasala, presidente del Comité aragonés de agricultura ecológica y hortelano ecológico. Solo emplea estiércol, agua y tierra para producir los productos de su huerta, y ha llegado a venderlos en Europa.

Sin embargo, Héctor Castán, ingeniero técnico agrícola especializado en Industrias agrarias y alimentarias, argumenta: "estoy a favor porque gracias a los transgénicos podremos controlar epidemias que afectan a las cosechas y así poder tener una mayor producción a un coste menor".



Sobre el aumento de la producción, Alberto nos lanza una pregunta.:“¿Para qué queremos tanta cantidad y kilos, si se saturan los mercados y tiran la mitad de los productos? Esos productos híbridos no van a ninguna parte, no hacen más que acumular nitrógeno y agua envenenada, y no alimentan”

Héctor, por su parte, continúa hablando sobre el uso de transgénicos: "si fuesemos buenas personas, serviría para erradicar el hambre en África, puesto que gracias a las mejoras genéticas en variedades de cereales y arroz, estos podrían aguantar las sequías y temperaturas de los países menos desarrollados".


"Parecía que aquellas semillas híbridas de los años 50 iban a acabar con el hambre en el mundo y hoy podemos decir que quien tiene dinero, come; y el que no tiene dinero, aún con tanta producción que hay y se tira, no come", sostiene el agricultor Alberto Lasala.
 
Como venimos observando en torno a este tema, hay varios aspectos del debate que son los que inclinan a estar a favor o en contra de los transgénicos: la ética de su uso, las consecuencias, la producción, su supuesta ventaja económica... Y tú, ¿qué opinas?


Aragón sin transgénicos detalla los 5 puntos más importantes por los que se oponen a los cultivos transgénicos:
  1. El avance de la ciencia y la tecnología nos ha demostrado que la técnica utilizada para conseguir plantas transgénicas es imprecisa y su cultivo tiene consecuencias imprevisibles y peligrosas para la biodiversidad, la salud animal y humana.
  2. Los productos de las plantas insecticidas y tolerantes al herbicida introducen moléculas tóxicas en la cadena alimentaria y al ingerirlas aumenta la posibilidad de desarrollar enfermedades.
  3. Son contaminantes e invasores, trasladan su información genética al mundo natural contaminando la flora y la fauna, surgen hierbas tolerantes al herbicida y las larvas de taladro resistentes obligan a aumentar las dosis de los tratamientos, y desplazan por contaminación los cultivos tradicionales y ecológicos.
  4. Las plantas insecticidas y tolerantes al herbicida no pueden superar en producción a su holólogo híbrido de consumo humano ya que tienen las mismas propiedades agroconómicas. No es su objetivo acabar con el hambre en el mundo, ni mejorar la calidad de los productos, ni la situación de los agricultores. Son cultivos concebidos para maximizar los beneficios de las multinacionales de semillas que son las mismas que controlan la industria química y farmacéutica y nos perjudican a todos.
  5. La Agencia de Seguridad Alimentaria Europea no ha realizado ningún estudio de corta o larga duración, se dedica a convalidar los datos de los realizados por las multinacionales, que alegando motivos de protección a la competencia no se hacen públicos. 

¿Estás de acuerdo con algún punto? ¿No? Cuéntanoslo, tu opinión es lo más importante en este blog.

3 comentarios:

  1. No estoy a favor porque a saber qué echamos a los campos y qué recogen los alimentos sobre los abonos, nitratos, etc... Sabemos que no hacen daño a la hora de ingerir el alimento pero puede ser que a lo largo del tiempo puedan afectar al cuerpo. Y en favor, como bien dice Héctor, que en muchos países pobres, con estos abonos nitratos etc... se puede abastecer muchos más alimentos. La verdad, en conclusión: ni a favor ni encontra, no sabría hacia dónde tirar.

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  2. Sinceramente ambas partes dan buenos argumentos para expresar sus opiniones.
    Realmente como dice Héctor si fuéramos buenas personas se podría acabar con el hambre en el mundo, pero desgraciadamente no es así, por lo tanto no sé hasta que punto es bueno hacer una cosecha grande si luego los alimentos se tiran.
    Veo bien que no se usen transgénicos, pero cierto es que hoy en día buscamos el "más y en menos tiempo".
    En mi opinión, no creo que sea importante hacer una mayor producción. Si los transgénicos no causaran serios problemas poniendo en peligro muchas especies y el equilibrio en el ecosistema, aunque eso incluya ahorro de agua o fertilizantes, tal vez la cosa cambiaría, pero no siendo así... transgénicos no.

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  3. Estoy en contra de los transgénicos por varios motivos:
    - No se puede controlar su expansión, ya que por medio de la polinización, el viento, el agua, etc se expanden hacia otros cultivos.
    - La solución para el problema del hambre en países subdesarrollados no es una mayor producción (hay suficiente comida, como nunca en la historia) sino un reparto justo, unas condiciones económicas y laborales justas entre los agricultores y los distribuidores y el fin de la especulación con productos alimentarios básicos.
    - Un tomate, una col o una manzana no están más buenos por ser más perfectos por fuera (y los que tengan huerto saben de lo que hablo).
    - Y por último, un producto transgénico no deja de ser una especie nueva que antes no existía, con las repercusiones que eso conlleva para la biodiversidad y las alteraciones en la cadena alimentaria.

    Modificar a nuestro gusto las especies es como jugar a ser Dios. No puede salir bien...

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