Sin embargo, Héctor Castán, ingeniero técnico agrícola especializado en Industrias agrarias y alimentarias, argumenta: "estoy a favor porque gracias a los transgénicos podremos controlar epidemias que afectan a las cosechas y así poder tener una mayor producción a un coste menor".
Sobre el aumento de la producción, Alberto nos lanza una pregunta.:“¿Para qué queremos tanta
cantidad y kilos, si se saturan los mercados y tiran la mitad de los productos?
Esos productos híbridos no van a ninguna parte, no hacen más que acumular
nitrógeno y agua envenenada, y no alimentan”
Héctor, por su parte, continúa hablando sobre el uso de transgénicos: "si fuesemos buenas personas, serviría para erradicar el hambre en África, puesto que gracias a las mejoras genéticas en variedades de cereales y arroz, estos podrían aguantar las sequías y temperaturas de los países menos desarrollados".
"Parecía que aquellas semillas híbridas de los años 50 iban a acabar con el hambre en el mundo y hoy podemos decir que quien tiene dinero, come; y el que no tiene dinero, aún con tanta producción que hay y se tira, no come", sostiene el agricultor Alberto Lasala.
Como venimos observando en torno a este tema, hay varios aspectos del debate que son los que inclinan a estar a favor o en contra de los transgénicos: la ética de su uso, las consecuencias, la producción, su supuesta ventaja económica... Y tú, ¿qué opinas?
Aragón sin transgénicos detalla los 5 puntos más importantes por los que se oponen a los cultivos transgénicos:
- El avance de la ciencia y la tecnología nos ha demostrado que la técnica utilizada para conseguir plantas transgénicas es imprecisa y su cultivo tiene consecuencias imprevisibles y peligrosas para la biodiversidad, la salud animal y humana.
- Los productos de las plantas insecticidas y tolerantes al herbicida introducen moléculas tóxicas en la cadena alimentaria y al ingerirlas aumenta la posibilidad de desarrollar enfermedades.
- Son contaminantes e invasores, trasladan su información genética al mundo natural contaminando la flora y la fauna, surgen hierbas tolerantes al herbicida y las larvas de taladro resistentes obligan a aumentar las dosis de los tratamientos, y desplazan por contaminación los cultivos tradicionales y ecológicos.
- Las plantas insecticidas y tolerantes al herbicida no pueden superar en producción a su holólogo híbrido de consumo humano ya que tienen las mismas propiedades agroconómicas. No es su objetivo acabar con el hambre en el mundo, ni mejorar la calidad de los productos, ni la situación de los agricultores. Son cultivos concebidos para maximizar los beneficios de las multinacionales de semillas que son las mismas que controlan la industria química y farmacéutica y nos perjudican a todos.
- La Agencia de Seguridad Alimentaria Europea no ha realizado ningún estudio de corta o larga duración, se dedica a convalidar los datos de los realizados por las multinacionales, que alegando motivos de protección a la competencia no se hacen públicos.
¿Estás de acuerdo con algún punto? ¿No? Cuéntanoslo, tu opinión es lo más importante en este blog.